¿QUÉ ES ?
La Diabetes infantil es la segunda
enfermedad crónica más frecuente en la infancia. Está aumentando
con la obesidad infantil, sedentarismo y dietas inadecuadas con
exceso de hidratos de carbono.
Consiste en que los niveles de azúcar
en sangre están más elevados de lo normal (hiperglucemia) si se
comparan con el resto de niños, debido a que un órgano llamado
páncreas no produce suficiente cantidad de una hormona llamada
insulina (diabetes mellitus tipo 1), cuya función es coger el azúcar
de la sangre e introducirla en el interior de las células del cuerpo
para que la utilicen como combustible o para que se almacene en el
hígado y los músculos.
Como consecuencia de este trastorno, se
producen alteraciones en el metabolismo de las grasas, azúcares y
proteínas, así como una serie de consecuencias en los diferentes
órganos del cuerpo que acaban produciendo alteraciones irreversibles
si no se administra un adecuado tratamiento, como insuficiencia
renal, retinopatía, neuropatía...
Existe otro tipo de diabetes (tipo 2),
que tiene un componente genético y se ve más en ancianos con
obesidad, así como otros tipos de alteraciones del metabolismo de
los azúcares que no comentaremos ahora.
¿CÓMO PODEMOS IDENTIFICARLA?
El personal de los centros educativos
tiene el privilegio de tratar con niños y adolescentes e influir de
forma importante en su educación y en su futuro. Por ello, el
educador analiza a sus alumnos y puede que perciba cosas que estén
alteradas y han pasado inadvertidas para los padres. Por otro aldo,
hay que tener en cuenta que un profesor que tenga a su cargo niños
diabéticos, a nuestro juicio, debería saber ciertas cosas básicas
con respecto a esta enfermedad para asegurarse del bienestar de sus
alumnos, así como el procediemiento a seguir ante una posible
hipoglucemia, una
complicación de estos niños bastante
frecuente.
Los síntomas clásicos que presenta un
niño en el cual esté debutando la diabetes son los siguientes:
Astenia (cansancio... por niveles
inadecuados de energía).
Polifagia (come mucho... tiene
hambre por un problema metabólico).
Polidipsia (beber mucho
líquido.... disuelve así el exceso de azúcar).
Poliuria (orina mucho... con ello
elimina el exceso de zúcar).
Debilidad, vómitos, infecciones
de piel o de orina frecuentes, boca seca, inapetencia...
Visión borrosa en ocasiones (por
episodios de hipoglucemia).
Irritabilidad.
Si sospechamos estos síntomas en un
niño ni diagnosticado, deberíamos recomendar que sea revisado en su
pediatra o Médico de familia. Si el niño es diabético ya conocido,
puede que no esté bien controlado por su médico si presenta
demasiados síntomas frecuentemente.
¿CÓMO PODEMOS TRATAR ESTE
PROBLEMA?
La diabetes se trata con dieta,
ejercicio e insulina (en diabetes tipo 1). Así mismo, el
diagnóstico de esta enfermedad implica realizar un seguimiento
periódico de por vida, con controles de niveles de glucemia
(mediante un glucómetro), ajustes de su medicación con el paso del
tiempo y desde el punto de vista d ellos educadores, una especial
atención de cara a identificar posibles complicaciones o urgencias
relacionadas con esta enfermedad que pueden llevar incluso a la
muertesi no se tratan.
En cuanto a la dieta, se deben
distribuir los aliemntos si es posible en 5 comidas, con menor
cantidad y una buena calidad de los mismos, procurando que se ingiera
un 50 % de hidratos de carbono, 35 % de grasas y 15 % de proteínas.
Los especialistas en endocrinología deberían controlar en consulta
la adecuación de cada dieta para cada niño. Por supuesto, hacer
transgresiones alimentarias comiendo demasiada azúcar o negándose a
comer pueden desencadenar episodios de descompensación de la
enermedad que acaben con el niño en urgencias.
El ejercicio debe ser aeróbico,
4 ó 5 veces por semana, al menos 20 minutos. Tiene por objetivo
general en el cuerpo mayor sensibilidad hacia la insulina, eliminar
exceso de grasa, generar sensación de bienstar y controlar los
niveles de glucosa.
La insulina es una hormona que
se utiliza como medicamento en estos niños, pues reduce los niveles
de Glucosa en sangre. Es importante conocer que hay muchos tipos
diferentes, con difernetes ormas de aplicarla mediante plumas
precargadas. De manera grosera diremos que hay dos tipos
fundamentales: la insulna lenta y la rápida.
La Insulina lenta es más segura,
suele ponerse una cantidad de unidades de insulina cada día el niño
y en unción de los controles que le hacen sus médicos se puede ir
modificando. No suele dar hipoglucemias, pues actúa elevando los
niveles de insulina progresivamente y de manera lenta, hasta alcanzar
una meseta y luego, cuando vaya desapareciendo su efecto, descenderá
progresivamente.... Marcas frecuentes de este tipo de insulina son
LANTUS, NPH o LEVEMIR, cuyo efecto dura entre 12 y 24 horas,
requiriendo por tanto entre uno y dos pinchazos.
El otro tipo de insulina es la rápida
(INSULINA REGULAR, HUMULINA, ACTRAPID), cuyo efecto es muy rápido
reduciendo la glucosa en sangre, y desaparece también de manera
rápida... en lugar de una meseta son picos de pendiente de ascenso y
descenso muy pronunciados. Esta insulina es más peligrosa porque si
el niño diabético se la inyecta pero luego por ejemplo se niega a
comer podría tener una hipoglucemia que pondría en peligro su vida.
Existen otros tipos de insulina en el
mercado que son mixtas, mezclando en el mismo pinchazo insulina
rápida y lenta. También existe una inyección con glucagón, la
hormona que hace lo contrario que la insulina, liberando azúcar a
sangre, y por tanto se utiliza en hipoglucemias, pudiendo ser llevada
por algunos niños.
Merecela pena también comentar que el
niño diabético debe adaptarse al centro educativo. No
se le debe discriminar ni actuar de manera diferente a otros niños,
los profesores deben conocer el problema y saber actuar, y debe haber
un plan en caso de urgencia, al igual que con otras enfermedades que
presentan los niños en las aulas. El niño enermo debe tener el
respaldo de sus educadores y sus compañeros, su apoyo psicológico y
conseguir de esa manera superar la limitación que produce su
enfermedad para convertirse en un niño feliz más.
GLUCÓMETROS
Dado que la
diabetes es una enfermedad crónica, es importante educar a los que
la padecen desde el principio para que sean responsables y puedan
controlarla lo mejor posible. Los médicos suelen entregar a sus
pacientes diabéticos un glucómetro, que no es más que una máquina
capaz de medir el nivel de azúcar en una gota de sangre.
Funcionan con unas
lancetas, unas agujas para pinchar en el dedo. Al producirse una gota
de sangre, ésta se aplica a la tira reactiva que lleva el aparato y
nos dirá en una pantalla el nivel de glucosa en sangre en ese
momento. Es importante que si en las aulas de los centros educativos
hay diabáticos que llven estos aparatos, conozcamos como funcionan,
pues pueden en caso de urgencia darnos una pista de lo que debemos
hacer.
Lo único que hay
que saber es que la glucosa debe estar entre 65 y 110 en ayunas. Si
sospechamos que algo le pasa al niño, le hacemos la pruba y sale
glucosa menor de 65, tiene una HIPOGLUCEMIA, lo cual es una urgencia
médica y precisa actuación.
Pongo aquí algún
ejemplo de algunos aparatos para que se comprenda la sencillez de su
uso:
Como se puede ver en las imágenes, el
glucómetro no es más que un aparato elect´ronico donde se le
introduce una tira reactiva y en esa tira se pone una gota de sangre,
que el aparato analiza en unos segundos, indicando en la pantalla la
glucosa que tiene la persona en sangre.
En el siguiente video podremos ver al
sobrino de una de nuestras instructoras de rcp explicando muy bien
como se usa el glucómetro e incluso como se pone la insulina:
PLUMAS DE INSULINA:
HIPOGLUCEMIA:
La Hipoglucemia es
una complicación recuente en los pacientes diabéticos,
especialmente en aquellos que utilizan insulina. Consiste en una
bajada de los niveles de glucosa en sangre, lo cual debe ser
identificado por cualquier persona que tenga a su cargo a un niño
diabético, pues esta situación implica un peligro vital.
Los síntomas de
la hipoglucemia son los siguientes:
Ante un caso de
hipoglucemia debemos dar a la persona azúcar, por ejemplo disolver
un sobre de caetería en un vaso de agua, dar miel, o frutas...
Después se debe avisar por teléfono al 112 pidiendo ayuda.
Si el niño está
inconsciente se puede frotar miel por las encías o utilizar glucagón
inyectable si se dispone de él y se tiene el conocimiento suficiente
sobre su uso.
EN RESUMEN:
La diabetes es una
enermedad muy común, que los proesores pueden tener que entender al
tener alumnos con este problema. El conocimiento de la enfermedad y
qué hacer en casos de urgencia dará tranquilidad a los padres de
los alumnos y al profesor, pues en su mano estará marcar una
diferencia y darle una oportunidad a un niño que esté en peligro.
Desde el grupo RCPCOLES queremos dar las herramientas para que los
profesores y alumnos puedan solventar cualquier problema de salud que
surja en las aulas, al menos hasta que llegue la ayuda.
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