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domingo, 21 de mayo de 2017

ICTUS, ¿QUÉ ES? ¿ QUÉ HACER?

¿Qué es un Ictus?

Es la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral) o de la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral).


La hipertensión arterial, el tabaquismo, las enfermedades cardiacas, la diabetes, el aumento del colesterol, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas, el sedentarismo y la obesidad son factores de riesgo que favorecen su desarrollo.



Seis señales de alarma

1. Pérdida de fuerza en la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, de inicio brusco.


2. Pérdida súbita de visión, parcial o total, en uno o ambos ojos.



3. Dolor de cabeza de inicio súbito, de intensidad no habitual y sin causa aparente.



4. Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse, lenguaje que nos cuesta articular y ser entendido por quien nos escucha.


5. Sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio...

                   
                                                    (imagen prestada de cuidardetusalud.com)

6. caídas bruscas inexplicadas, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.



(Video Sensibilización ICTUS Fundación Pita López)

¿Qué debemos hacer?

Ante una sospecha de ICTUS debes avisar al 112. Quédate con la víctima y tranquilízala, y espera la ayuda. Si ha quedado inconsciente debes abrir la vía aérea y colocar a la persona  en posición lateral de seguridad. 




Entrada escrita por Pilar Varela (enfermera del SUMMA 112, miembro de la comisión de ICTUS del SUMMA 112, instructora de RCP COLES) y Alberto Blanco Lara ( Médico del SUMMA 112, Coordinador del programa RCP COLES). 






viernes, 5 de mayo de 2017

Anafilaxia en una excursión en la montaña


Álvaro tenía 5 años y estaba emocionado. Iba de excursión con el colegio a la montaña. Le encantaba la naturaleza. Su madre le había preparado su mochila con la gorra, crema solar y su comida especial sin huevo, legumbres, frutos secos, melocotón, pescado, ajo ni piel de fruta. Álvaro tenía alergia a muchos alimentos. Además su padre le había dado a la profesora un botiquín con antihistamínico, corticoide, inhalador y una inyección de adrenalina. Sus padres siempre lo llevaban a todas partes.

Hacía un día estupendo y Álvaro se fue a jugar con su amigo Carlos a las rocas. Le encantaba escalar. Cuando estaban arriba su amigo saco unos gusanitos y se los ofreció. “No comas ni toques ningún alimento que no sea de tu mochila”, le dijo su madre antes de salir. Pero lo gusanitos le encantaban y los había comido muchas veces sin que le pasase nada.

Sin pensarlo 2 veces Álvaro se comió un puñado de gusanitos. Unos minutos después comenzó a encontrarse muy mal, le salieron ronchas en la cara y cuerpo, comenzó con tos repetitiva, opresión en la garganta, afonía, ahogo, mareo. Llamaron corriendo a la profesora Doña Laura. Ella enseguida cogió el botiquín de Álvaro, hacía 3 meses que había hecho un curso en el CRIF de Acacias sobre primeros auxilios y tenía clarísimo como actuar. No tenía miedo y sabía que su función en ese momento era vital.

Agarró fuertemente la pluma de adrenalina, con la otra mano quitó el tapón de seguridad, colocó el extremo de la aguja en el lateral del muslo del niño y lo sujetó en ángulo recto, apretó el otro extremo de la pluma enérgicamente hasta que escuchó un clic. Lo mantuvo apretado 10 segundos y luego masajeo la zona. Llamó al 112. Enseguida Álvaro comenzó a encontrarse mejor, llego la ambulancia para trasladarle al hospital pero ya estaba recuperado.

Los gusanitos los apartaron de Álvaro,  llevaban trazas de frutos secos. Ni Carlos ni Álvaro se lo podían imaginar.

Esta situación podría darse en cualquier momento. La incidencia de alergias alimentarias está en aumento. Por desgracia cada vez será más frecuente que los niños necesiten evitar alimentos alergénicos y en caso de ingestión accidental medicación urgente.

La anafilaxia es una reacción alérgica grave, de instauración rápida y que puede ser mortal. Por eso es vital una actuación rápida y la administración urgente de adrenalina.

Los profesionales de los  centros educativos deben estar formados y preparados para actuar ante una reacción alérgica y anafilaxia. Pueden y deben salvar vida.

Ya existen diferentes protocolos en varias sociedades científicas para la actuación en los centros educativos antes niños alérgicos. Estos protocolos incluyen datos del alumno, una foto, explican claramente cómo y cuándo actuar, cómo y cuándo administrar la adrenalina. Deben estar junto con la medicación  y todo profesional del centro debe conocer su localización, familiarizarse con ellos para actuar rápida y correctamente ante una emergencia.

El tratamiento principal para una anafilaxia es la adrenalina.  La adrenalina para uso no sanitario es la autoinyectable. Actualmente se comercializan 2 en España Altellus y Jext. Existen 2 presentaciones de cada, Altellus 0,15 y jext 150 para niños de hasta 20-25 kilos de peso y altellus 0,30 y jext 300 para niños o adultos con más de 25 kilos.

Es importante revisar la fecha de caducidad de la adrenalina, dura 20 meses. Cuando caduca la adrenalina va perdiendo potencia pero no forma productos tóxicos. Por lo que en caso de necesidad urgente es mejor usar adrenalina caducada que no usar ninguna.
Aquí os dejos algunos videos donde explican como administrar las 2 adrenalinas comercializadas en España.





Es crucial que exista una formación específica para enseñar a manejar reacciones alérgicas y anafilaxias en los centros educativos. Además tener protocolos específicos donde venga detallado y claro los pasos a seguir ante un alumno con una reacción alérgica y que todos los docentes tengan acceso rápido a la medicación e información de alumno alérgico. Imprescindible también la atención también durante la extraescolares y excursiones fuera del centro.

Gracias a esta educación y formación la maestra de nuestra historia Doña Laura, salvó la vida a su alumno Álvaro. Todos podemos y debemos salvar una vida.